martes, 24 de enero de 2012

El renovado Valencia




Silva, Villa, Mata, Joaquín… Todos ellos jugadores de renombre que tuvieron algo en común, vestir la camiseta valencianista. Pero los buenos tiempos pasaron, y ahora la afición ché se encomienda a sus nuevas estrellas, esos Soldado, Pablo, Jonas, Rami, Jordi Alba, y muchos más, en un proyecto ilusionante para todo aficionado al fútbol, dirigido por un entrenador muy cuestionado en su trabajo, Unai Emery, pero que para mí, es el mejor estratega que podemos encontrar en nuestra liga. Un hombre que trabaja con lupa las jugadas a balón parado, y la creación en el medio, y los resultados le avalan. Colocándose solo por detrás de los dos “grandes” de esta, la “mejor liga del mundo”, convertida ahora en una lucha de dos, en la que lo más humildes dictan sentencia.
Los chés comenzaban la temporada de la mejor manera posible, con tres victorias consecutivas, que lo colocaban como el principal candidato a romper la hegemonía catalana-madrileña. Y llegó la primera prueba de fuego, el Barcelona visitaba un Mestalla que nunca se le dio demasiado bien, y en esta ocasión sería distinto. Tras un partido bonito para el público, y que pudo caer del lado de cualquiera, para terminar en un justo empate a dos. Tras eso, llegó la primera derrota de la temporada, en el Sánchez-Pizjuán, con la polémica expulsión de Aduriz con el 1-0 en el marcador, pero con la mente más en la Champions que otra cosa. El siguiente partido importante fue la visita del Real Madrid, en la que salieron victoriosos los blancos sí, pero gracias al planteamiento rácano de Mourinho en partidos importantes, y una dudosa decisión arbitral de no señalar penalti en una jugada embarullada en el área blanca, que Higuaín parece despejar con la mano. Aún así, el planteamiento de Emery en el partido fue excelente, con un fútbol rápido efectivo, tal y como nos tienen acostumbrados. Desde ahí, hasta el final de la primera vuelta, solo encontramos una derrota, la del Benito Villamarín, en la que los verdiblancos remontaron en apenas cinco minutos. Finalizando la primera vuelta con 34 puntos, con 10 partidos ganados, 4 empatados y 4 perdidos, a falta del último contra Osasuna.
Pero claro está, la temporada valencianista no ha sido solo eso, no podemos olvidarnos de la participación del Valencia en la Liga de Campeones, encuadrado en un grupo complicado y difícil, junto a Chelsea, Bayer Leverkusen y Genk. Este encuadre solo nos dejaba una cosa en claro, que Mata volvería a pisar Mestalla tras su salida en verano, y en cuanto a favoritos, los resultados hablarían. Y hablaron. El Valencia se estreno con un empate a cero ante el rival más débil del grupo, empate que a la postre saldría muy caro a los chés. El siguiente, la visita de Mata y su Chelsea a Mestalla, que se saldó con un empate a uno que no beneficiaba a ninguno. La derrota en Leverkusen de la jornada siguiente dejaba al Valencia muy tocado y con difíciles opciones de clasificación. Aún así no se rindió, y con dos victorias consecutivas, ante Leverkusen (3-1) y Genk (7-0), llegaban a Stamford Bridge jugándose la clasificación. El equipo ganador sería el clasificado, y esta vez la suerte no benefició a los discípulos de Emery, sino que los de Villas-Boas les dieron un baño de fútbol práctico.
Tras una primera vuelta de Liga, y la fase de grupos de la Champions finalizada, los objetivos valencianistas han cambiado un poco. Ya nadie recuerda las palabras de Emery a principio de campaña. “En la liga, ¡a full!, en la Champions, ¡a full!, y en la copa, ¡a full!”. Poco queda ya de ese entusiasmo por pelear por todas las competiciones. Más el discurso ahora sería muy distinto. En liga, terminar como tercer clasificado y entrar a Champions de manera directa, en Europa League, pelear por un título internacional después de mucho tiempo, y en copa, seguir peleando por el que sería su octava Copa del Rey en su palmarés.
Queda claro que jugadores y entrenador tienen para la difícil tarea, pero ¿serán capaces de mantener el buen nivel mostrado en la primera vuelta?, o por el contrario se desinflaran sin conseguir ninguno de sus objetivos. En mi opinión, un nuevo Valencia está surgiendo tras las salidas de todas sus estrellas, y si mueven bien sus fichas, pueden dar  mucha guerra, tanto a nivel nacional como internacional.
Adrián Rangel

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