miércoles, 29 de febrero de 2012

La mafia napolitana



Nápoles, en italiano Nápoli y en napolitano Napule,es la ciudad más poblada del sur de la bella Italia. Su riqueza histórica, artística y gastronómica está fuera de toda duda, lo que le llevó a la UNESCO a nombrar su centro histórico como Patrimonio de la Humanidad. Pero no es ésto lo que importa aquí y en este momento, no importa el crimen organizado de sus calles ni la virtud innata que tiene el napolitano para fabricar pizzas, aquí lo que importa es la squadra de Walter Mazarri y los suyos, la mafia napolitana que forman Lavezzi, Hamsik y Cavani como actores principales y el papel de los Inler, Pandev y Aronica, entre otros, como actores secundarios. Es el SSC Napoli

Y es que el crecimiento de este equipo con la llegada del gran Walter Mazarri, procedente de la Sampdoria en 2009, parece que no tiene techo. Mazarri, ha confeccionado un equipo en menos de tres años un equipo bastante solvente, cargado de ganas y hambre por conseguir cosas en ésto del fútbol. La veteranía y experiencia de la parte de medio campo para atrás, mezclada con la juventud y el talento de sus jugadores de medio campo hacia delante es el daikiri perfecto.

Bajo palos, un antiguo conocido de la afición nervionense, que pasó sin pena ni gloria por la Liga BBVA, Morgan de Sanctis. A sus 34 años, parece estar viviendo una segunda juventud, ya que sus magníficas actuaciones, lo han convertido en uno de los pilares de su equipo, llegando, incluso, a ser convocado de nuevo con la selección Italiana.

Atrás en la retaguardia, y con un esquema fijo de 3-5-2, destaca el papel de Campagnaro, Aronica,   Paolo Cannavaro y el uruguayo Britos. Los tres primeros ya superan la treintena.Centrales todo ellos, de similares características. Contundentes, expeditivos, en ocasiones al límite del juego,con una gran colocación y expertos en el juego aéreo.

En las alas, como carrileros puros, esos de los que ya casi no quedan, esos futbolistas de partidos de ida y vuelta, buenos futbolistas y rápidos.El colombiano Zúñiga, y los azurros Maggio y Dossena (éste último ex-Udinese y ex-Liverpool) forman el trío de carrileros potentes e incisivos, con llegada al área rival y buenos centros. Los tres son internacionales.

En el medio, la brega y la primera salida de balón la pone Gargano y Donadel, recién fichado de la Fiorentina el año pasado, donde el uruguayo suele un fijo en el once. Ambos cuentan con un buen trato de balón y tienen mucho recorrido. Como cerebro principal y motor del equipo está el fantástico mediocentro suizo Gokhan Inler (27 años). Llegada, desplazamiento, potencia y disparo son las armas de uno de los mediocentros más cotizados en Europa en los últimos años.Otro buen futbolista como el ex-Parma Dzemaili, es un buen complemento, también habitual en las alineaciones celestes,debido a su disparo y buena asociación con los de arriba. Pero vamos con el verdadero caviar de este Nápoles, con la créme de la créme del equipo italiano. El tridente Hamsik-Lavezzi-Cavani.

Son los que marcan la diferencia. Los dos primeros son los que crean todo el fútbol atacante y son los encargados de poner en jaque a las defensas contrarias con sus movimientos, verticalidad e imaginación. Son talento puro. Algo Anárquicos en ocasiones, pero mamma mía...bendita anarquía..

Y como delantero centro, el martillo Edison Cavani. De profesión goleador, el “7” uruguayo es un auténtico cazagoles capaz de convertir lo que sea en gol. Es una maravilla verlo en acción, y uno de los mejores delanteros nueve puros que hay en el mundo en la actualidad. Si a eso le sumamos que los tres cuentan con menos de 26 años, y que tienen ilusión y ganas de comerse el fútbol pues ya está todo dicho...el éxito napolitano está asegurado...y si a ello le sumamosencima en el banco buenos recursos atacantes como Goran Pandev y el internacional chileno Vargas...
Este es el Nápoles señores, con un futuro prometedor y con un presente ilusionante ...sino, que se lo pregunten a André Villas Boas como le fue en su visita a San Paolo ... FORZA NAPOLI!!!

         
            @RickyRBB

viernes, 17 de febrero de 2012

Los ricos también lloran



Venga va, seguro que se acuerda, haga un poco de memoria. Guily, Rothen, Nonda, Morientes… ¿Nada? Evra, Henry, Barthez, Trezeguet, Adebayor… ¿Aún no? ¿Y si le digo que fue finalista de la Liga de Campeones en la temporada 2003-04? Ahora sí, ¿no es cierto? Pues venga conmigo, está invitado a asistir a su entierro.


En la ciudad Monegasca, Principado del dinero y las influencias, poco a poco comienzan a apagarse los lejanos ecos de una época pasada con aires de importancia. Su club, el AS. Mónaco, fundado hace 93 años, y aún resacoso de una edad dorada, está cayendo en los difíciles hilos del olvido y comienza a pudrirse en el pozo de la Ligue 2, y sobre todo de la indiferencia, rodeado de yates, a cuál más caro que el computo general de sus jugadores.
No fuimos pocos, me incluyo, los que nos sorprendimos allá por el pasado mes de mayo cuando observamos diferentes noticias en portales digitales a tenor del descenso del club rojiblanco a la Segunda División francesa. Esto me hizo investigar a conciencia.


Tras años viviendo en la mediocridad de la zona media del campeonato francés, la temporada pasada culminó su pesadilla en la última jornada liguera tras caer derrotado 0-2 en el Louis II ante el Olympique de Lyon. El entrenador de ese Lyon que ejecutó la condena fue, casualidades de la vida, Claude Puel, el mismo que condujo al Mónaco a su último gran título alzando la Ligue 1 del curso 1999-2000. Demasiados cambios en un equipo que ha permutado ocho veces de entrenador en los últimos seis años y medio. Demasiados vaivenes en el siempre frío Louis II. Hoy, y repasando un poco el asunto, estoy desbordado.


No voy a perder mis esfuerzos en reclamar vuestra atención y acabe conociendo a Germain, Afolabi o Vahirua, entre otros. El rendimiento del equipo está siendo desastroso, y pase lo que pase, los ecos de una única victoria en las 18 primeras jornadas es una losa que permanecerá siempre en el recuerdo de algunos. Losa como la pérdida de sus nombres con más caché: Park Chu-Yong se fue al Arsenal, el meta Stéphane Ruffier se marchó dirección Saint-Étienne, mientras que la joven promesa Nicolas N’Kolou apostó por el Olympique de Marsella.
Mirando la clasificación histórica del campeonato galo comprobamos lo inevitable: el Mónaco es un histórico, es el tercer equipo con más puntos en la Ligue 1, solamente superado por Olympique de Marseille y Girondins de Bordeaux, poseyendo siete títulos de liga francesa y cinco subcampeonatos, cinco Copas de Francia, una Copa de la Liga y cuatro Supercopas nacionales.
Aún así, y dicho esto, resulta complicado que un Principado con apenas 30.600 habitantes, capacidad, por ejemplo, del estadio Rico Pérez de Alicante, pueda mantenerse para siempre en la élite de un deporte tan exigente como el fútbol.


Y es que amigo, por mucho dinero que haya en el Principado, hay miles de cosas más rentables y lucrativas en que gastarlo que el fútbol, pero parece que nadie se entera.

                Isaac Fuentes

martes, 7 de febrero de 2012

Un secreto a voces



Este tema es un poco delicado del que nunca se habla en el periodismo deportivo, pero es un secreto a voces. Algunos no sabréis de que hablo, pero ahora quedará claro: Las destituciones de los entrenadores.

Pongamos un ejemplo reciente: Manzano y el Atlético de Madrid. El club madrileño empezó de forma irregular la temporada, pero encadeno varios buenos resultados con un Falcao en racha goleadora. Parecía que el nuevo proyecto de Cerezo y Gil iba a funcionar, pero con el paso de las jornadas y por una razón “desconocida” el equipo dejó de conseguir buenos resultados y comenzó la sequía de sus “killers”. Manzano empezó a ser criticado por los malos resultados, consiguiendo 19 puntos en 16 jornadas. El objetivo que era la Champions se antojaba un poco lejos. El Valencia tercero le sacaba 14 puntos y el Levante cuarto 10 puntos.

Jornadas atrás ya se estaba hablando que el Atlético buscaba sustituyo para el Goyo Manzano, que si este, que si el otro, que si el de la moto… y finalmente después de unas 16 jornadas, Manzano dijo adiós tras perder en el Calderón contra el Betis. Tanto el club, como los periodistas y como los propios jugadores trataron mal a Manzano. Lo echaron, y llegó el Cholo Simeone. Desde la llegada del Cholo, el Atlético no sabe lo que es perder, Falcao ha vuelto a ver puerta, juega bien al futbol. ¿Casualidad?
                
               No se para vosotros, pero mi humilde opinión y visto lo visto, pienso que 25 trabajadores del club querían echar al míster, y lo consiguieron. ¿De un dia para otro se cambia la mala racha? ¿De un dia para otro los que eran tan malos, se convierten en cracks?
Es un tema que todos sabemos, y a veces, no siempre claro está, los jugadores son los culpables de la destitución del entrenador.


Ahora pregunto yo ¿Habrá pasado lo mismo con Marcelino y el Sevilla?

  Si con la llegada de Michel el Sevilla, Negredo empieza a ver puerta, Fazio y Spahic se convierten en un muro infranqueable, Trochowski e Iván le dan claridad al juego sevillista, me reafirmaré en esta teoría.
Tal vez me caigan muchos palos tras este artículo de opinión, pero pienso que a veces los jugadores son culpables de la destitución de los entrenadores. ¿Qué pensáis vosotros?

                Jaime Sánchez

miércoles, 25 de enero de 2012

Brindemos por el fútbol



Hay contadas ocasiones en las que para hacer una crónica de fútbol hay que hablar de todo menos de fútbol para que salga bien y sea certera. Esta es una de ellas. Hoy le toca el turno (y me pongo en pie) a su Majestad: el Mirandés.

Y es que estaría aquí escribiendo de igual forma si el partido hubiese acabado dos-tres minutos antes, y César Caneda no hubiese tenido tiempo de hacer el tanto final de la victoria. Porque anoche, amigos, tal vez no viésemos la reencarnación de Dream Team, de la naranja mecánica o de los chicos de Guardiola, pero lo que sí se vivió fue una auténtica lección de humildad, de entrega, de pasión, y sobre todas las cosas, de ilusión. Anoche se respiró fútbol.

Es uno de esos momentos donde no importa el resultado. España latía al mismo tiempo deseando un último y definitivo gol del equipo burgalés, por supuesto, pero la hazaña venía de lejos, y ningún resultado iba a cambiarla fuese negativo o positivo. Mirandés pasara lo que pasara había tomado la calificación de mito para no soltarla en mucho tiempo. Concretamente hasta que se nos olvide de nuevo la esencia de esta gran pasión llamada fútbol, y tenga que venir otro humilde a recordárnoslo.

Y es que llegaba tras la eliminación de un club que tal vez venga a menos como el Villarreal, sí, pero un equipo Champions al fin y al cabo, y tras hacer lo correspondiente con otro Primera División, que se dice pronto, como el Racing de Santander. De un robo escandaloso como el ocurrido hace ocho días en Cornellá el Prat, con dos penaltys morrocotudos que todo el mundo vió, excepto un colegiado elegido a dedo por una Federación corrupta donde mandan los nombres y no los hombres. Acicate esta de los sueños de todos, cortadora profesional de alas, amparada en la alta sociedad de clases futbolística, y defensora a ultranza como siempre, y demuestra cada fin de semana, del continuismo bipartidista de una Liga que muere poco a poco. Esta victoria también va por ellos, que quisieron asesinar a la Copa con este sistema de competición, y han recibido el boomerang del destino.

El Club Deportivo Mirandés, de 84 años de historia, escribió hace unas horas su página más dorada gracias a los Pablo Infante, Lambarri, César o Nauzet, e hizo recobrar la ilusión por un deporte que últimamente nos devolvía una hostia cada vez que soñábamos con la igualdad del mismo, en el amor más allá de unos triunfos, títulos, condecoraciones o presupuesto. Nos han dado fuerzas para seguir alzando la voz y luchando por esta palabra llamada fútbol a la que tantos amamos y un día se nos olvidó querer. Y es que ellos son los responsables de que gente como yo cantara más ese gol que muchos de los de mi propio equipo, y se que a muchas más personas les ha ocurrido lo mismo.

Porque anoche, señores, triunfó el fútbol, y aunque no lo parezca, no solo ganó el Mirandés, sino que lo hizo España entera, cada uno de los que un día pensamos en que este deporte ya no es el que un día fue. Anoche, y no me canso de repetirlo, los vencedores no fueron esos once jugadores de rojo que han logrado pasar a las semifinales de la Copa de S.M el Rey, sino los miles que han formado parte de esa veterana institución a lo largo de la historia y que tantas han probado los sinsabores del fútbol humilde. Esta victoria va por ellos.

Y el cuento aún no ha acabado.

                Isaac Fuentes

martes, 24 de enero de 2012

El renovado Valencia




Silva, Villa, Mata, Joaquín… Todos ellos jugadores de renombre que tuvieron algo en común, vestir la camiseta valencianista. Pero los buenos tiempos pasaron, y ahora la afición ché se encomienda a sus nuevas estrellas, esos Soldado, Pablo, Jonas, Rami, Jordi Alba, y muchos más, en un proyecto ilusionante para todo aficionado al fútbol, dirigido por un entrenador muy cuestionado en su trabajo, Unai Emery, pero que para mí, es el mejor estratega que podemos encontrar en nuestra liga. Un hombre que trabaja con lupa las jugadas a balón parado, y la creación en el medio, y los resultados le avalan. Colocándose solo por detrás de los dos “grandes” de esta, la “mejor liga del mundo”, convertida ahora en una lucha de dos, en la que lo más humildes dictan sentencia.
Los chés comenzaban la temporada de la mejor manera posible, con tres victorias consecutivas, que lo colocaban como el principal candidato a romper la hegemonía catalana-madrileña. Y llegó la primera prueba de fuego, el Barcelona visitaba un Mestalla que nunca se le dio demasiado bien, y en esta ocasión sería distinto. Tras un partido bonito para el público, y que pudo caer del lado de cualquiera, para terminar en un justo empate a dos. Tras eso, llegó la primera derrota de la temporada, en el Sánchez-Pizjuán, con la polémica expulsión de Aduriz con el 1-0 en el marcador, pero con la mente más en la Champions que otra cosa. El siguiente partido importante fue la visita del Real Madrid, en la que salieron victoriosos los blancos sí, pero gracias al planteamiento rácano de Mourinho en partidos importantes, y una dudosa decisión arbitral de no señalar penalti en una jugada embarullada en el área blanca, que Higuaín parece despejar con la mano. Aún así, el planteamiento de Emery en el partido fue excelente, con un fútbol rápido efectivo, tal y como nos tienen acostumbrados. Desde ahí, hasta el final de la primera vuelta, solo encontramos una derrota, la del Benito Villamarín, en la que los verdiblancos remontaron en apenas cinco minutos. Finalizando la primera vuelta con 34 puntos, con 10 partidos ganados, 4 empatados y 4 perdidos, a falta del último contra Osasuna.
Pero claro está, la temporada valencianista no ha sido solo eso, no podemos olvidarnos de la participación del Valencia en la Liga de Campeones, encuadrado en un grupo complicado y difícil, junto a Chelsea, Bayer Leverkusen y Genk. Este encuadre solo nos dejaba una cosa en claro, que Mata volvería a pisar Mestalla tras su salida en verano, y en cuanto a favoritos, los resultados hablarían. Y hablaron. El Valencia se estreno con un empate a cero ante el rival más débil del grupo, empate que a la postre saldría muy caro a los chés. El siguiente, la visita de Mata y su Chelsea a Mestalla, que se saldó con un empate a uno que no beneficiaba a ninguno. La derrota en Leverkusen de la jornada siguiente dejaba al Valencia muy tocado y con difíciles opciones de clasificación. Aún así no se rindió, y con dos victorias consecutivas, ante Leverkusen (3-1) y Genk (7-0), llegaban a Stamford Bridge jugándose la clasificación. El equipo ganador sería el clasificado, y esta vez la suerte no benefició a los discípulos de Emery, sino que los de Villas-Boas les dieron un baño de fútbol práctico.
Tras una primera vuelta de Liga, y la fase de grupos de la Champions finalizada, los objetivos valencianistas han cambiado un poco. Ya nadie recuerda las palabras de Emery a principio de campaña. “En la liga, ¡a full!, en la Champions, ¡a full!, y en la copa, ¡a full!”. Poco queda ya de ese entusiasmo por pelear por todas las competiciones. Más el discurso ahora sería muy distinto. En liga, terminar como tercer clasificado y entrar a Champions de manera directa, en Europa League, pelear por un título internacional después de mucho tiempo, y en copa, seguir peleando por el que sería su octava Copa del Rey en su palmarés.
Queda claro que jugadores y entrenador tienen para la difícil tarea, pero ¿serán capaces de mantener el buen nivel mostrado en la primera vuelta?, o por el contrario se desinflaran sin conseguir ninguno de sus objetivos. En mi opinión, un nuevo Valencia está surgiendo tras las salidas de todas sus estrellas, y si mueven bien sus fichas, pueden dar  mucha guerra, tanto a nivel nacional como internacional.
Adrián Rangel

lunes, 23 de enero de 2012

El empate de la cordialidad



Era el día D. Había muchas ganas. Tres años sin derbi, era demasiado tiempo sin probar uno de los más exquisitos dulces. La previa se desarrollaba con una normalidad sorprendente y casi inaudita. Las directivas de ambos equipos jugaban a echarse flores y repartirse abrazos en los diferentes actos preparados durante la semana. Demasiado empalagoso para mi juicio. Faltó algo de picante al asunto en forma de declaraciones...y así, llegó el mejor derbi de nuestra liga...

Saltaron los dos equipos al césped con un ambiente impresionante luciendo sus mejores galas. Ambiente de partido grande. Eran más que tres puntos lo que había en juego...

El Betis empezó muy nervioso, no terminaba de asentarse en el terreno de juego. Demasiadas pérdidas de balón y poca fluidez en el juego heliopolitano. El Sevilla si salió con las ideas más claras. Bien dispuesto tácticamente en el campo, el equipo del “cuestionado” Marcelino García Toral se hacía poco a poco con la manija del encuentro. La dupla Medel – Trochowski, con un gran Fazio por detrás, cobraba protagonismo y dotaba a su equipo la consistencia necesaria para que Reyes y Navas salieran como aviones a buscar la portería contraria. Y así llegó la primera ocasión clara para los de Nervión. Negredo se quedo mano a mano con Casto, tras un fabuloso pase de Reyes, pero el meta bético, un partido más inconmensurable bajo palos, le gano la partida salvando a su equipo del 0-1.
El Sevilla seguía a lo suyo. El Betis no terminaba de encontrar su fútbol. No había verticalidad en sus hombres de banda ni la dupla Roque – Rubén era incapaz de hincarle el diente a la rocosa defensa sevillista. Y así llegó la segunda ocasión clara para los visitantes. Iriney cedía un balón a su portero, y ahí apareció el canterano Luna, para que no supiera batir a Casto que mandaba el balón a córner. Volvía a aparecer el meta extremeño.
Estábamos en el min.25. Una falta incomprensible de Fazio sobre Santa Cruz en la frontal del área, iba a  darle la primera ocasión al Betis. Beñat acariciaba el balón. Lo mimaba. Y ante tanto sometimiento, el balón obedeció. Lanzamiento magistral del “10” vasco que se coló por encima de la barrera inalcanzable para Javi Varas. Éxtasis bético. Las 44.000 almas rugieron con el golazo de su león. Nadie podía creerlo.
Pero ahí estaba Negredo. Minuto 41.Enésima cabalgada de Navas por banda derecha que regalaba un centro medido y perfecto en carrera, para que el “9”vallecano con su tremendo salto, solo pusiera su cabeza para mandar el balón a las mallas. 1-1. Enmudecía el Villamarín. Explotaban los más de dos mil seguidores sevillistas. Así llegó el descanso.

En la segunda parte cambiaron las tornas. Un Betis más decidido se estiraba mientras que el Sevilla parecía achacar el tremendo ritmo e intensidad de la primera parte. Ahora le tocaba aparecer a Javi Varas. En una gran transición bética, Rubén Castro se internó en el área y su fuerte zurdazo, algo escorado, lo desviaba el meta visitante con los pies cual portero de balonmano se tratase. Mel oxigenaba algo a su equipo dándole entrada al talentoso Pozuelo, que volvía tras su lesión, y quitaba a un gris Jefferson Montero.

Más tarde entraría Salva Sevilla por un intermitente Juanma, lo que le dio otro aire al equipo bético. El Betis se echaba arriba. El Sevilla resistía. El croata Rakitic entraba por un Trochowski que se había vaciado durante 60 minutos. Y en el minuto 23 todo parecía indicar que los tres puntos no volarían de Heliópolis. Un error de Fazio, tras una patada sin sentido en medio campo a Santa Cruz, le costaba la segunda amarilla y dejaba con diez a su equipo.
Una lástima, porque el argentino estaba realizando un partido soberbio tanto en defensa, como en las jugadas de estrategia de su equipo en ataque.
Marcelino le daba entrada a Cáceres por un Luna de más a menos y con la intención de reforzar el centro de la zaga. El Betis daba otro pasito hacia delante porque parecía que el gol llegaría. Mel dio entrada a Molina para buscar la victoria por un omnipresente Beñat ya con la gasolina agotada. Pero nada más lejos de la realidad.
 La tela de araña que dispuso el Sevilla a raíz de la expulsión, no pudo ser sobrepasada por un Betis que se estrellaba una y otra vez con el muro nervionense.

Y se acabó. Un puntito y una parte para cada uno. Los sevillistas, contentos porque resistieron con diez (una vez más) en un derbi e hicieron una gran primera parte, y los verdiblancos con una sensación rara, porque el eterno rival, creado para jugar “Champions” no supo sobrepasar a un Betis, que hizo méritos en la segunda parte para llevarse el partido.

                Ricardo García

viernes, 20 de enero de 2012

La resaca del clásico. ¿Por qué?


Desde que empezó la era Mou hemos visto ya muchos clásicos, en liga, Copa, Champions… Cinco encuentros, en los que el Madrid solo ha ganado la final de Copa.
Esta temporada -y solo estamos a enero- ya se han disputado dos de Supercopa de España, uno de Liga, una de Copa y el miércoles que viene la vuelta de la misma. Y me temo que todavía quedan unos cuantos más clásicos…
                Ayer me dirigí a ver el encuentro, pero esta vez ya me daba igual, porque pasara lo que pasase el resultado iba a ser el de siempre. Ya cuando me enteré vía twitter cual iba a ser el once que sacaría Mou, me quedé flipando, pensé, aunque llegue a parecer muy fuerte, que Mourinho se estaba riendo del madridismo.
Carvalho lleva sin jugar un tiempo por la lesión y el turco Altintop tampoco es que haya jugado en exceso. Pues con eso, más Sergio Ramos y Coentrao salió en defensa. ¿Por qué no jugó Marcelo? ¿Por qué no dio minutos a Albiol? ¿Por qué no puso una defensa formada por: Sergio Ramos, Albiol, Pepe y Marcelo? ¿Por qué da minutos en un partido tan importante a dos jugadores que apenas han tenido minutos estos últimos partidos?
Mou y su trivote son inseparables cada vez que juega contra el Barcelona, y esta vez para parar a Iniesta, Xavi, Cesc y compañía, sacó a un Xabi Alonso, Lass y Pepe. El creador del juego en ese centro del campo es Pepe, ¿no?

Me vuelvo a preguntar…Si le da minutos a gente como Altintop y Carvalho, ¿por qué no saca de inicio también a Nuri Sahin? Los mismos minutos prácticamente ha jugado el portugués o Altintop, que Nuri.
¿Por qué tarda tanto en hacer el primer cambio desde que marca el Barcelona?  ¿Por qué cambió a Lass en vez de Pepe, si el portugués como siempre estaba jugando al Street Fighter en vez de al fútbol? ¿Quería que lo echaran y después poner como excusa y quejarse de que el Barcelona siempre gana cuando esta el Madrid con diez?
¿Por qué da entrada a Granero, siempre o casi siempre cuando va perdiendo? ¿Para que no le recriminen que no tiene minutos?
Y la más importante de todas… ¿Por qué Mou se caga siempre que juega contra el Barcelona? ¿Por qué saca este planteamiento tan cagón?
¿Por qué? Yo sinceramente, no entiendo ¿por qué? En estas últimas semanas ha habido dos equipos que han intentado liársela al Barcelona, Espanyol y Betis. El primero consiguió un empate, y el segundo le jugó de tu a tu al Barcelona, llegando a empatar el partido cuando iban 2-0, en el Camp Nou, campo en el que no marcaba nadie desde abril de 2011 (el Almería fue el último que marcó)

Si un equipo como el Betis en Ley Concursal y con un presupuesto muchísimo menor, o el Espanyol con un presupuesto 3,4 y hasta 5 veces menor que el Madrid le plantó cara al todopoderoso Barça… ¿Por qué no puede el Real Madrid? Respuesta fácil: por Mourinho.  ¿De qué sirve ganarle 4-0 o 5-0 a un Rayo u Osasuna, si después pierdes el partido que enfrenta a las dos potencias del mismo nivel?  Al mismo nivel económico, porque a nivel futbolístico están a años luz, gracias a Mou.

Señor Mou, me hago una serie de preguntas, que espero que encuentren sus contestaciones. Porque verdaderamente no entiendo ¿Por qué?
                Jaime Sánchez