viernes, 17 de febrero de 2012

Los ricos también lloran



Venga va, seguro que se acuerda, haga un poco de memoria. Guily, Rothen, Nonda, Morientes… ¿Nada? Evra, Henry, Barthez, Trezeguet, Adebayor… ¿Aún no? ¿Y si le digo que fue finalista de la Liga de Campeones en la temporada 2003-04? Ahora sí, ¿no es cierto? Pues venga conmigo, está invitado a asistir a su entierro.


En la ciudad Monegasca, Principado del dinero y las influencias, poco a poco comienzan a apagarse los lejanos ecos de una época pasada con aires de importancia. Su club, el AS. Mónaco, fundado hace 93 años, y aún resacoso de una edad dorada, está cayendo en los difíciles hilos del olvido y comienza a pudrirse en el pozo de la Ligue 2, y sobre todo de la indiferencia, rodeado de yates, a cuál más caro que el computo general de sus jugadores.
No fuimos pocos, me incluyo, los que nos sorprendimos allá por el pasado mes de mayo cuando observamos diferentes noticias en portales digitales a tenor del descenso del club rojiblanco a la Segunda División francesa. Esto me hizo investigar a conciencia.


Tras años viviendo en la mediocridad de la zona media del campeonato francés, la temporada pasada culminó su pesadilla en la última jornada liguera tras caer derrotado 0-2 en el Louis II ante el Olympique de Lyon. El entrenador de ese Lyon que ejecutó la condena fue, casualidades de la vida, Claude Puel, el mismo que condujo al Mónaco a su último gran título alzando la Ligue 1 del curso 1999-2000. Demasiados cambios en un equipo que ha permutado ocho veces de entrenador en los últimos seis años y medio. Demasiados vaivenes en el siempre frío Louis II. Hoy, y repasando un poco el asunto, estoy desbordado.


No voy a perder mis esfuerzos en reclamar vuestra atención y acabe conociendo a Germain, Afolabi o Vahirua, entre otros. El rendimiento del equipo está siendo desastroso, y pase lo que pase, los ecos de una única victoria en las 18 primeras jornadas es una losa que permanecerá siempre en el recuerdo de algunos. Losa como la pérdida de sus nombres con más caché: Park Chu-Yong se fue al Arsenal, el meta Stéphane Ruffier se marchó dirección Saint-Étienne, mientras que la joven promesa Nicolas N’Kolou apostó por el Olympique de Marsella.
Mirando la clasificación histórica del campeonato galo comprobamos lo inevitable: el Mónaco es un histórico, es el tercer equipo con más puntos en la Ligue 1, solamente superado por Olympique de Marseille y Girondins de Bordeaux, poseyendo siete títulos de liga francesa y cinco subcampeonatos, cinco Copas de Francia, una Copa de la Liga y cuatro Supercopas nacionales.
Aún así, y dicho esto, resulta complicado que un Principado con apenas 30.600 habitantes, capacidad, por ejemplo, del estadio Rico Pérez de Alicante, pueda mantenerse para siempre en la élite de un deporte tan exigente como el fútbol.


Y es que amigo, por mucho dinero que haya en el Principado, hay miles de cosas más rentables y lucrativas en que gastarlo que el fútbol, pero parece que nadie se entera.

                Isaac Fuentes

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